Pregunta que fotito la de diego ehhh

Hola Darío! Amigo estoy en deuda con vos, Ferchu y Santos por la oportunidad que nos dieron de poder conocer en persona el Pucará de la Fuerza Aérea Argentina tanto a mí como a mi hijo de 13 años!!! Es un sueño que tuve de niño hecho realidad!!

Fui con mi familia a conocer el avión, pero en ningún momento se me cruzó la idea de que fuese posible subir a la cabina del mismo! Menuda sorpresa me llevé, cuando “Ferchu” (integrante de la FFAA y quien hizo de “guía”) me acompaña hasta el avión y me pide que suba las escaleras e ingrese a la cabina... me temblaron un poco las piernas... pero no esperé a que me lo volviera a pedir dos veces... me agarré sin vacilar de la escalera y me zambullí en la leyenda de la FFAA... porque sé que esta podría ser la última oportunidad de verlo en operaciones al Pucará... veterano de la Guerra de Malvinas.

Una vez dentro de la cabina, me dí cuenta del reducido espacio con que cuenta el piloto, de la cantidad de instrumental que tiene disponible y de lo solitario que puede llegar a ser el volarlo… sobre todo cuando estás atacando en picada, y delante y debajo de ti, te esperan cientos de balas trazadoras y misiles provenientes de cientos de leones británicos que sólo apuntan y buscan a un solo enemigo: tú mismo. En ese instante comprendí, que se necesita de mucho coraje, determinación, disciplina y devoción para hacer algo que va contra la naturaleza humana: arriesgar tu propia vida por tu Patria. La misma valentía y arrojo, con la que se lanzó el Gral. San Martín saliendo desde detrás de un convento, en primer lugar y luego por detrás toda su formación, para arrebatar por primera vez contra una formación de colonialistas, quienes le esperaban formados con sus cañones y fusiles a que estuviese a distancia de tiro.

Tuve que hacer un esfuerzo enorme para no “aflojar”… me conmovió la manera en que tanto “Ferchu” como su colaborador Santos, se esforzaron por hacerme sentir como parte de la “familia”… hasta me trajeron el casco, la máscara, el salvavidas y el arnés que se necesita para “atar” las piernas del piloto contra la cabina del avión. Allí comprendí, lo que deben haber experimentado nuestros pilotos, al encontrarse “atados” en su asiento, estando estacionados sobre la pista, preparándose para una salida y ver de pronto, que se le viene encima un ataque aéreo de Harrier… no tienes a dónde ir… y eres muy vulnerable y un blanco muy redituable…

Durante el conflicto de Malvinas, las acciones realizadas por los Pucará argentinos no solo retrasaron el avance de los ingleses, si no que las actitudes de coraje demostradas durante las misiones, motivaron muchas veces a las tropas argentinas a continuar resistiendo. El avión no cumplía con los requerimientos para un enfrentamiento con la tecnología de avanzada inglesa, pero eso no constituyó un impedimento a la hora de volar… contra todo pronóstico, lógica militar y sabiendo las pocas posibilidades de sobrevivir los pilotos cumplieron con su deber, y muchas veces pagaron con su vida, transformándose en héroes. La misma actitud la tuvieron tanto los pilotos de Pucará como de todos los demás escuadrones de la FFAA. Gracias a esto, los pilotos argentinos son mundialmente reconocidos a tal grado que, hace pocos años, Gran Bretaña otorgó una distinción a un piloto de la FFAA por haber hundido en cuestión de 20 minutos un destructor inglés.

Las lecciones que quedaron de la guerra aérea en Malvinas, tomaron tanta importancia, que los militares tuvieron que volver a sentarse en la mesa y cuestionar los métodos de defensa aérea de ese entonces en varios países del mundo (EEUU. Gran Bretaña, España, Francia, etc). Muchos se preguntaban cómo era posible, con tanta diferencia en tecnología entre ambos países, obtener resultados espectaculares contra la segunda potencia en armamento militar. Para mí es muy claro, la diferencia entre ambos bandos, radica en que el piloto argentino luchaba con devoción y entrega por un propósito valedero; en cambio el piloto inglés, seguramente que hasta antes del conflicto, ni siquiera sabía que la corona tenía una isla a miles de kilómetros…

Para un civil, estar dentro de la cabina del Pucará, se podría comparar a empuñar el sable corvo de San Martín en la mano… así me sentí yo y hoy en día me siento más orgulloso de ser Argentino y de saber que contamos con gente que cuando la Patria lo demanda, estarán dispuestos a preservar nuestra libertad!

Luego de finalizada la visita, nos dirigimos al exterior de la pista y nos colocamos detrás de un alambrado, para presenciar la llegada y el carreteo de un Pucará. Al lado nuestro, a unos 5 metros, apoyado contra el alambrado, había un solitario joven de unos 25 años tal vez, que miraba con mucha atención el movimiento del avión… y a los mecánicos. En cierto momento, comenzaron a caer lágrimas de sus ojos… pero sin dejar de mirar el escenario que había frente suyo… yo lo comprendí, el que conoce la historia del Pucará y sus pilotos sabe de lo que hablo… además, ver un Pucará, un Hércules o cualquier avión de la FFAA en Santiago del Estero es todo un acontecimiento…

No me alcanzan las palabras de gratitud para manifestar mi felicidad por esta oportunidad única que tuve yo y mi hijo. El legado de la FFAA y su historia se prolonga a una nueva generación… mi hijo ya conoce su historia y además tuvo la oportunidad de subir al Hércules después de que insistí tanto en el Aeropuerto…

Al ver a Ferchu y Santos mientras hablaban sobre el avión y sus características, nos dimos cuenta que su trabajo lo hacen con devoción, se nota que es una vocación y nos imaginamos que cuando llegue el momento en que el Pucará deje de volar, lo van a sentir en el alma… xnopuedeser

Gracias Darío, Ferchu y Santos.!!

Cambio y fuera!